El paciente tiene derecho a ser informado desde las primeras sesiones y con la mayor precisión posible sobre la modalidad de intervención que se va a llevar a cabo con él.
La información que debe conocer es:
- Síntomas que se aprecian en las primeras entrevistas psicológicas
- Dinámicas de roles intrafamiliares que puedan estar condicionando la sintomatología que presenta.
- Posible psicodiagnóstico. Desde nuestro centro el psicodiagnóstico solo será necesario en caso de que el paciente solicite un informe clínico o un informe pericial. En caso contrario, desde nuestro centro, no promovemos diagnósticos, porque consideramos que el manual clínico de referencia de los trastornos psicológicos (DSM IV-R) solo hace una descripción de las dolencias, sin avanzar en atribuciones sobre el origen de la problemática.
Consideramos que las etiquetas diagnósticas no ayudan a nuestros pacientes, sino que entorpecen el proceso de recuperación de éstos, ya que el que el paciente se identifique con una categoría diagnóstica lo único que consigue es bloquearle y no aportarle soluciones para disminuir su malestar psicológico.
- Aunque el criterio de nuestros psicoterapeutas es independiente, el paciente tiene derecho a consensuar con ellos las valoraciones derivadas de su modalidad de tratamiento.
- El cliente tiene derecho a que su cita con el psicoterapeuta se mantenga en el día y hora establecido entre ambos y que se mantenga de forma invariable a no ser que tengan lugar circunstancias imprevisibles. El paciente se responsabiliza de su proceso terapéutico comprometiéndose a acudir a las citas pautadas con su psicoterapeuta.