Los niños y adolescentes en muchas ocasiones pueden presentar problemas de conducta molestas, pero estas no necesariamente tienen que afectar a su vida. Cuando los problemas de conducta en niños y adolescentes son frecuentes y persistentes, el comportamiento de los hijos termina interfiriendo en la adaptación al entorno escolar, familiar y social. En estos casos, el desarrollo psicológico puede verse afectado y es entonces cuando se debe recurrir a una terapia psicológica infantil para apoyar al menor y a su familia.
En muchas ocasiones los padres y profesores manifiestan quejas acerca de la desobediencia y agresividad de sus hijos. Al hablar de comportamientos de desobediencia en los niños, nos referimos a las conductas de negativa de los menores a la hora de cumplir las normas y los limites que les establecen sus padres. La desobediencia puede en muchos casos ser acompañada por comportamientos oposicionistas, donde el menor reacciona con discusiones, enfrentamientos, agresividad y rabietas.
Cuando la conducta de desobediencia y oposicionismo es muy frecuente y los comportamientos que manifiestan los menores son más graves se denomina trastorno negativista desafiante y se tratan de comportamientos recurrentes y frecuentes de desobediencia, hostilidad y crueldad dirigidos sobre todo a las figuras de autoridad.
Si además en el comportamiento disruptivo y alterado que presenta el menor aparecen conductas de violación repetida de las normas socialmente establecidas es entonces cuando hablamos del denominado trastorno disocial.
Síntomas de los problemas de conducta en niños y adolescentes
- A menudo se llenan de rabia, cólera y frustración.
- Con frecuencia tienen enfrentamientos y conflictos con adultos y figuras de autoridad.
- Suelen retan a los adultos y rechazan el cumplimiento de las normas que se les imponen.
- Es frecuente que molestan a otras personas.
- A menudo acusan a otros de su mal comportamiento.
- A menudo son susceptibles y se sienten molestos por los otros.
- A menudo muestran cólera y resentimiento.
- A menudo se muestran rencorosos y vengativos.
- Los problemas de conducta que manifiestan estos menores interfieren significativamente en su actividad social, familiar y académica.
En el desarrollo de los problemas de conducta de los menores es importante poder evaluar las características y estilos educativos de los padres, las características propias del menor, las características de la interacción que mantienen los menores en el ámbito familiar y también poder analizar si existen factores externos o problemas externos que afecten al menor.
Los tratamientos psicológicos que se llevan a cabo en nuestro centro están destinados a los niños que sufren estos problemas de comportamiento, pero también se considera importante el poder intervenir y abordar esta problemática con la familia del niño y analizar así las relaciones familiares.
También es muy importante trabajar en coordinación con los centros escolares donde estudian estos menores, para que sepan cómo manejar la situación de los comportamientos disruptivos que presenta el menor.