Muchos padres sienten preocupación al ver que sus hijos no tienen la confianza de contarles sus inquietudes o problemas; sin embargo, ellos mismos tampoco se comunican todo lo que deberían con estos. Te contamos cómo puedes abordar la falta de comunicación en tu familia.
Muchos padres y muchas madres, por ejemplo, no hablan con sus hijos acerca de sus relaciones íntimas, de su pasado sentimental, de cómo eran ellos durante su adolescencia, de sus problemas laborales o económicos o, incluso, de los errores que cometieron en su juventud.
Causas de la falta de comunicación de padres a hijos
Entre las razones que existen para que los padres, a menudo, eviten estos temas está el tratar de no sentirse vulnerables, no querer reconocer que los mayores también se equivocan o mostrar problemas que puedan hacerles sufrir, como puede ser el desempleo.
Sin embargo, para nuestros hijos es muy positivo saber si sus padres también tuvieron problemas con los amigos en la adolescencia, suspendieron algún examen, tuvieron un desengaño amoroso…Ya que esto hará que los hijos estén más conectados con sus padres, sientan que hay empatía y que sus padres se pueden poner en su lugar e, incluso, dotará al adulto de más autoridad, ya que partimos de las mismas experiencias y, gracias a eso, podemos aconsejarles a ellos lo mejor.
Otro gran tabú de los padres son las relaciones sexuales. Muchos creen que sus hijos van a iniciarse precozmente en el sexo si tratan este tema con naturalidad, sin embargo, nuevamente es un error evitar el tema con ese fin. Los hijos a los que se les evita esta conversación, la tendrán con otros círculos: amigos, conocidos…o tenderán a buscar por internet. De este modo, encontrarán información inadecuada o puede que acaben por confundir la pornografía con las relaciones íntimas.
Los secretos de familia, los problemas económicos…son también aspectos que muchos padres evitan con sus hijos. Quizá pensando en no preocuparles, en no mostrar debilidad…Ensalzando la figura protectora que siempre hemos sido para ellos.
La mayoría de las investigaciones y de la literatura existente sobre la falta de comunicación entre padres e hijos se centra, sobre todo, en los segundos. Suele focalizarse en la capacidad de diálogo de la familia, en si hay diálogo familiar y los temas que se tratan, etc… Pero, como estamos viendo, se trata de una situación más global de lo que pensamos.
Otros temas sobre los que los padres evitan hablar son los referentes a sus miedos, dudas o preocupaciones, sobre enfermedad…Suele ser, como decíamos, por no preocuparles. Pero también sucede que para los padres no es fácil hablar de sentimientos con sus hijos.
Algunos temas normalmente silenciados por los padres son los relacionados con travesuras hechas de pequeño o adolescente, con objeto de «no dar ideas a los hijos» o evitar perder el rol autoritario. Para los padres que temen perder autoridad frente a sus hijos si cuentan sus flaquezas o errores del pasado, es conveniente recordar que todos los padres van a defraudar a sus hijos en algo, y viceversa. De hecho, esto debe ser así para que las nuevas generaciones puedan realizar su propio camino.
En resumen, los principales motivos de la falta de comunicación de los padres hacia los hijos son:
- Evitar preocuparles.
- Considerar que no tienen la edad suficiente para comprenderlo.
- Sentir que hay temas que forman parte de nuestra intimidad como padres.
- No transmitirles inseguridad.
- El temor de no darles un buen ejemplo.
- No crear mal ambiente en casa.
- Pensar que los hijos no van a mantener la discreción sobre ciertos temas fuera de casa.
Si los padres acostumbraran a compartir detalles de su infancia, situaciones complicadas, antiguos noviazgos, etc… probablemente la relación con los hijos mejoraría, pues habría más espacio para la confianza.
Por otro lado, quizá los padres deberían comenzar a expresar sus sentimientos, a ser más sinceros con sus hijos, a plantearles sus miedos, sus dudas…Dando así un primer paso que facilite después el de sus hijos.
Causas de la falta de comunicación de los hijos con sus padres
Aunque cada hijo y cada entorno familiar es diferente, lo habitual es gestionar la comunicación familiar desde la preocupación que suscita en los padres y madres la aparición de la intimidad en los hijos, o la falta de transparencia a medida que crecen y entran en la adolescencia.
Esto suele producir un miedo excesivo en los padres, también aumenta su desconfianza y lo que sucede entonces es que los hijos detectan la ansiedad que tienen los padres por conocer sus cosas y lo identifican como una intrusión en su intimidad, provocando así todavía menos comunicación.
Pienso que mis padres no me entienden
Una de las frases más repetidas por los hijos es ésta. Los adolescentes creen que sus padres no son capaces de ponerse en su lugar. La razón de esto, en muchos casos, es que el adolescente está pasando por una fase en la que ni siquiera es capaz de comprenderse a sí mismo, y necesita reforzar esa idea achacándosela a los demás.
Me da vergüenza
El pudor, la falta de confianza, el temor a ser juzgado…suelen ser causa de falta de comunicación entre los hijos.
No quiero decepcionarles
Algunos jóvenes creen que sus hijos deben mantener una imagen de ellos de hijos idílicos o responsables, por eso, evitan ser sinceros con determinados temas.
No quiero que se enfaden
El miedo al castigo o a las represalias es causa también de la falta de comunicación de los hijos. Por eso, muchos jóvenes prefieren no contar ciertos asuntos y evitar posibles enfados.
No saben mantener el secreto
En ocasiones, los padres tienden a compartir aspectos de la vida personal de sus hijos con otros familiares. Ante esto, los hijos pueden evitar sincerarse con ellos por su falta de discreción.
No quiero preocuparles
Suele suceder que los hijos eviten tratar ciertos temas con sus padres porque les da miedo preocuparles o que sufran. En especial, cuando los jóvenes sienten a sus padres estresados, ya que piensan que no es buen momento para preocuparles más.
No tengo confianza con ellos
La falta de confianza es clave en la falta de comunicación de los jóvenes, que tienden a no contarles sus pequeñas inquietudes porque creen que la comunicación con ellos está reservada a hitos transcendentes o grandes problemas.
En definitiva, los problemas de falta de comunicación entre padres e hijos son muy comunes, además de recíprocos.
Es habitual tratarlos en terapia familiar, aunque también es positivo que analicemos nuestras circunstancias, ya que veremos cómo hay cosas que todos podemos mejorar para fomentar una mayor confianza entre todos los miembros de la familia.