A diario me encuentro en la consulta situaciones de padres completamente angustiados por la situación que viven en casa con su hijo adolescente…….vienen a la consulta desesperados porque ven que sus vidas familiares se hunden y necesitan que cambiemos a su hijo, para así poder volver a la armonía y felicidad familiar que tenían antes de la adolescencia de su hijo.
En estos tratamientos consideramos muy importante el abordaje del caso desde la terapia familiar sistémica, para así conseguir restablecer el equilibrio familiar. Es necesario trabajar con el adolescente, pero también es sumamente importante el realizar un trabajo con los padres. El sistema familiar lo configuran los padres y el adolescente y es necesario provocar cambios en todo el sistema para restablecer el equilibrio.
El éxito de la terapia depende mucho de la conciencia que tengan padres e hijo del sistema familiar. En muchas ocasiones los padres responsabilizan al hijo de todo su malestar etiquetándolo y culpabilizándolo y ellos no asumen su parte de responsabilidad en los problemas, en esta situación el terapeuta familiar debe hacerlos conscientes de la importancia que tienen ellos en la recuperación de su hijo y del bienestar y equilibro familiar. En otras ocasiones ocurre lo contrario, es el adolescente quien responsabiliza a sus padres de todo lo que le ocurre a él y él no es consciente de que le ocurra nada…
Cada miembro de la familia debe aportar su granito de arena a la terapia, para que así juntos vivan y disfruten el cambio.
Desde nuestro centro nos damos cuenta de la importancia que tiene el apoyo familiar percibido en el tratamiento con los adolescentes y lo comprobamos en las tasas de éxito y de recuperación de los adolescentes.
El adolescente está inmerso en una etapa de crisis, y la situación familiar de los padres con el adolescente hay veces que resulta totalmente agotadora, pero trabajando con los padres y con el adolescente podemos hacer que la vida familiar sea más fácil y resulte menos agotadora. Si los padres y el adolescente son capaces de entender el rol que desempeña cada uno en el sistema, si consiguen respetarse, si terminan aceptándose y apoyándose entre ambos la recuperación del adolescente y de todo el sistema familiar será completo.