Hoy en día muchas mujeres acuden a consulta psicológica muy angustiadas porque acaban de ser madres y se encuentran realmente mal. Durante nueve meses su cuerpo se ha transformado para albergar a su bebé y han soñado con el momento del nacimiento, pero llegado el nacimiento de su hijo se sienten mal. Durante nueve meses habían idealizado el momento de hacerse madres y cuando realmente se encuentran con su nuevo rol de madre, no saben como hacerlo, se encuentran sin fuerzas y en muchas ocasiones muy tristes y ansiosas.
Estas mujeres no saben que les ocurre y tampoco se atreven a hablarlo con libertad puesto que socialmente se sienten censuradas si dicen sentir tristeza después de ser madres. Durante nueve meses estas madres han soñado con lo que debería suceder tras el parto y llegados el momento les sucede otra realidad diferente a la que habían soñado. La madre siente que no se conoce a sí misma, siente temores infundados, siente que la reciente maternidad no encaja en ella misma.
La mujer debe aceptar su nueva identidad, debe aprender a conectarse con su bebé para poder integrarlo y debe hacer un hueco muy grande al vínculo con el bebé, debe aprender a integrar al nuevo bebé en su identidad.
La mujer que acaba de ser madre debe acompañarse de otras madres, debe tener apoyo familiar y emocional donde se la apoye incondicionalmente en su tránsito a la nueva identidad. La mujer debe sentirse libre a la hora de poder expresar cuales son sus emociones tras el nacimiento de su bebé, ya que muchas emociones son muy diferentes a las que pensaba que iba a vivir mientras estaba embarazada.
Las mujeres que sufren depresión postparto no suelen encontrar un espacio donde desahogarse emocionalemnte, ya que no son comprendidas socialmente y acaban recurriendo a la terapia psicológica, encontrando así un espacio individual donde se sienten libres y no censuradas.