Llega septiembre y concluyen las vacaciones escolares de nuestros hijos. Se acaban los
tres meses de vacaciones, y los niños deben retomar las rutinas.
En el verano los niños tienen otros horarios, se acuestan más tarde, tienen pocas
obligaciones y su trabajo en el verano es que invertir su tiempo libre para disfrutar al
máximo de amigos, piscina, pueblo, tablet…
Los padres y madres también están mucho más relajados y no necesitan estar todo el
tiempo pendiente de rutinas, horarios y obligaciones de sus hijos.
En septiembre padres y madres además del síndrome post vacacional, entrada del
otoño, tienen que sumar el estrés que supone la reorganización de la vida escolar de
sus hijos, compra de libros que supone un gran esfuerzo económico, largas colas para
encontrar el libro que han solicitado a su hijo y que está agotado, presión de colegio
por tener todo el material y todos los libros completos en los primeros días de curso,
reorganización doméstica en cuanto a roles de la pareja, quien se encarga de entradas
y salidas al colegio, quien se encarga de meriendas o a qué actividades extra escolares
apuntamos a nuestro hijo…
Si la familia se organiza y estructura la vuelta al colegio puede ser más fácil y menos
estresante.
La vuelta al colegio es un periodo estresante para padres, madres e hijos y
debemos cuidarnos y protegernos psicológicamente.