Trastorno de ansiedad: síntomas y causas

Tener síntomas de ansiedad en algún momento de nuestra vida forma parte de nuestra naturaleza, por lo que se considera normal. Sin embargo, cuando la ansiedad supone un trastorno, hay que actuar.

Qué es la ansiedad

La ansiedad es una respuesta de alerta que activa nuestro cerebro mediante la liberación de hormonas específicas que nos preparan para una huída, y que es interesante y útil en muchos casos.

La supervivencia como especie ha requerido tradicionalmente que exista este comportamiento en el individuo, ya que garantiza que todo nuestro cuerpo se active de forma muy rápida ante un evento inesperado que suponga un peligro.

El individuo experimenta un cuadro de nerviosismo, preocupación y temor acompañado de diversos síntomas físicos:

  • Palpitaciones.
  • Sensación de peligro inminente.
  • Respiración acelerada.
  • Temblores.
  • Aumento de la sudoración.
  • Sensación de debilidad o de cansancio.
  • Problemas para pensar en algo que no sea la preocupación que nos mantiene en ese estado.
  • Dificultades para conciliar el sueño.
  • Molestias gastrointestinales.
  • Necesidad de evitar situaciones que incrementen esa sensación.

En ocasiones, el trastorno de ansiedad no tiene síntomas muy claros y el paciente no consigue identificarla.

También, hay veces en las que podemos pensar que padecemos ansiedad cuando en realidad hay otra patología o enfermedad que nos está produciendo esos síntomas:

  • Enfermedad cardíaca.
  • Diabetes.
  • Problemas de tiroides.
  • Trastornos respiratorios o asma.
  • Uso inadecuado de sustancias, por ejemplo drogas o alcohol.
  • Abstinencia de alcohol o de medicamentos.
  • Dolor crónico.
  • Algún extraño tipo de tumor que libera hormonas de lucha y huida en el organismo.

Predisposición a padecer ansiedad

Ciertas personas tienen más predisposición que otras a padecer trastorno de ansiedad:

  • Las que han vivido algún tipo de trauma.
  • Las personas que padecen una enfermedad que les produce estrés.
  • Las que mantienen ciertos niveles de estrés por varios motivos durante mucho tiempo.
  • Los individuos que padecen otro tipo de trastornos mentales.
  • Las personas que tienen familiares muy cercanos con trastornos de ansiedad, ya que ésta puede ser hereditaria.
  • Las que consumen alcohol y drogas.

Cómo sé que padezco ansiedad

Las personas con trastornos de ansiedad suelen tener preocupaciones y miedos intensos, persistentes y excesivos sobre situaciones diarias.

Con frecuencia, las personas experimentan sentimientos repentinos de angustia intensa y miedo o terror, que alcanzan un pico máximo en cuestión de minutos. Es entonces cuando se llega a los denominados ataques de pánico.

Esa sensación de ansiedad y pánico interfiere con las actividades diarias, ya que además es difíciles de controlar. Normalmente, se trata de un sentimiento desproporcionado a la magnitud de peligro real y puede durar un largo tiempo.

La persona que padece ansiedad, tiende a evitar momentos o situaciones en los que sabe que experimenta estos síntomas. Además, la ansiedad puede comenzar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Cómo combatir la ansiedad

Hay muchas técnicas que podemos emplear para intentar mantener la ansiedad a raya por nosotros mismos. En este sentido, la actividad física, el Mindfulness o la meditación han conseguido que muchas personas sepan manejar mejor este tipo de episodios.

Sin embargo, es frecuente que los pacientes tengan que recurrir a psicoterapia, a medicamentos específicos prescritos por su médico o a una combinación de ambos (terapia y medicación), para lograr vencer la ansiedad.

Además, es normal que la ansiedad aparezca y desaparezca en la vida del paciente en función de sus circunstancias vitales.

Cuándo consultar al médico

Consulta con el médico en los siguientes casos:

  • Sientes que la ansiedad interfiere en tu trabajo, en tus relaciones y en otros aspectos de tu vida.
  • Te resulta muy difícil controlar tu ansiedad o tu miedo.
  • Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental además de la ansiedad.
  • Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física.
  • Tienes pensamientos o conductas suicidas (en ese caso, debes tener tratamiento de urgencia de forma inmediata).

Además, desde Libella Psicología, te recomendamos que pongas remedio a tu estado de ansiedad lo antes posible. De este modo, será más fácil de combatir. Una vez más, podemos ayudarte con los trastornos de ansiedad, consúltanos.

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